Se conoce que cuando Jesucristo estaba agonizando en la cruz, un soldado romano le dio muerte para acabar con su sufrimiento, y para ello utilizó una lanza. Ese soldado se llamaba Longinos, y esa lanza pasó a ser uno de los objetos de poder más codiciados por los gobiernos mundiales. Estuvo en posesión de Napoleón, fue el primer objetivo (esotérico) de Hitler y tras su muerte (el mismo día que perdió la lanza) pasó a manos del enemigo, que en teoría es hoy quien la posee.
domingo, 13 de enero de 2008
La lanza sagrada
Publicado por Casiano en 13:00
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